En cuanto a la jugabilidad, Tunic ofrece combates desafiantes, donde debes bloquear y atacar con precisión, comparable a la dificultad de un juego Souls, pero presentado de una manera adorable. Esta dificultad puede ser un poco difícil de acostumbrarse, pero la satisfacción tras una victoria es enorme.
El
port de Nintendo Switch de Tunic funciona generalmente bien, aunque algunas áreas concurridas pueden causar ligeras caídas en la tasa de fotogramas. El estilo es tan bonito que compensa estas pequeñas deficiencias técnicas.
Tunic es un juego indie cautivador y atmosférico donde la exploración y el desafío son lo central. Su estilo único y su jugabilidad misteriosa lo convierten en una recomendación absoluta. ¡No te lo pierdas!
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